Durante cuatro días nos reunimos en la comunidad de San Pedro, mujeres de diferentes territorios,para compartir palabra, cuerpo y memoria.
En círculo se ofrendaron los distintos símbolos de las luchas que allí se unían y que, de alguna manera, nos acompañarían durante la celebración de la minga. A su alrededor nos dimos el tiempo para escuchar a cada una de las personas que íbamos a formar parte del encuentro, dando importancia a lo individual para construir lo colectivo.