La COP25- Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que comienza hoy en Madrid, es una reunión internacional clave, que reúne anualmente a los líderes mundiales, con el objetivo de tomar las decisiones necesarias para cumplir con los compromisos de reducción de emisiones a partir de 2020. Pretende impulsar la meta de un planeta de cero emisiones en el 2050

En el año 2020 entrará en vigor el Acuerdo de Paris. Este Acuerdo fue negociado durante la XXI Conferencia sobre Cambio Climático (COP 21) por los 195 países miembros, adoptado el 12 de diciembre de 2015 y abierto para firma el 22 de abril de 2016 para celebrar el Día de la Tierra. Establece medidas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a través de la mitigación, adaptación y resiliencia de los ecosistemas a efectos del Calentamiento Global

Desde el COP21, ninguno de los países industrializados estaba  implementado las políticas esperadas y claro, no han cumplido con la reducción de emisiones previamente acordadas; al contrario, los gases de efecto invernadero han aumentado desde la Cumbre de Paris (un 4% el CO₂ por ejemplo) inclusive si es que lo hubieran hecho ya, la suma de todas las emisiones de los miembros firmantes no sería suficiente ni para mantener el incremento de temperatura en menos de 2 °C.

El sector energético, debido a su uso de energías sucias —petróleo, carbón y gas—, es uno de los mayores contribuidores al calentamiento global. Unas 90 empresas son responsables de casi las dos terceras partes de las emisiones mundiales.

Es fundamental que este modelo insostenible cambie y se acelere la transición a un sistema energético eficiente, inteligente, 100% renovable y democrático con el objetivo de reducir el calentamiento global. Necesitamos prescindir de los combustibles contaminantes y de la energía nuclear y aumentar la participación de la ciudadanía para que se beneficie de la transición renovable.

Eguzki hace un llamamiento en favor de:

v  Otro modelo energético y de gestión de residuos, sin energía nuclear, ni centrales térmicas, ni incineradoras, por ser instalaciones que agravan la emergencia climática del planeta.

v  El necesario un impulso, claro y contundente, en favor de las energías renovables por parte de las todas las instituciones de la CAV,  desde el Gobierno Vasco a las instituciones de carácter local,  pero no favoreciendo a los grandes holdings energéticos (da igual que sean de aquí o de allá), si no una generación que garantice un control público de los recursos, responsable con la sociedad y respetuoso con el medio ambiente y de prioridad a la generación de energía local, la autoproducción y el autoconsumo.

v  Una verdadera apuesta por otro tipo de movilidad (red de transporte).

• En la que los pueblos y/o comarcas puedan cubrir sus necesidades, con la menor movilidad posible.
• Planes reales y efectivos para reducir el tráfico.
• En la que los planes, como el Renove, de existir, sirvan para cambiar la flota de vehículos de energía fósil por los de energía renovable (eléctricos principalmente).

En el sentido opuesto van las últimas informaciones sobre el pozo Armentia 2. No puede ser que la misma Administraciones Vascas que declara su alarma ante el cambio climático, autorice y avale un sondeo de investigación como el de Subijana; pues además supone un atentado al medio natural, al modelo energético posible y necesario y a las inversiones públicas necesarias para revertir la actual situación de emergencia climática que ha sido admitida tanto por las instituciones locales como autonómicas.

Por ello, desde Eguzki talde ekologista eta antinuklearra, manifestamos nuestro rechazo y oposición al otorgamiento de permisos de investigación de hidrocarburos en Subijana- Armentia 2-, así como al discurso verde de quien impulse o respalde la energía nuclear, la incineración o el consumismo como crecimiento económico plausible.

Además, y siguiendo el principio de compromiso y responsabilidad personal debemos recordar que hay numerosos cambios que podemos realizar en nuestros hábitos de consumo y en la reeducación de nuestras necesidades, reconsiderando qué es lo que realmente es necesario para vivir en armonía con el planeta. Por ejemplo…

• Consumir productos alimentarios de proximidad o también conocidos como productos de “kilómetro 0″.
• Reciclar e intentar minimizar nuestro impacto generando menos basura.
• Utilizar menos el vehículo privado, en favor de otros medios como caminar, la bicicleta o usar el transporte público.
• Ahorrar en el consumo de energía.

Es la hora de mejorar el modelo de producción y consumo local, reciclar y reducir los residuos, y ahorrar el consumo de energía y rechazar la energía nuclear, centrales termias y extracción de derivados del petróleo o gas como se pretende en el pozo Armentia 2, así como el mantenimiento de vertederos o incineradoras en nuestro territorio.

En Euskal Herria, a 2 de diciembre de 2019.

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