Ya de camino a Legazpi, según ascendemos
el puerto, encontraremos un mirador que nos dará la oportunidad
de contemplar todo el valle que hemos dejado atrás, antes
de que a kilómetro y medio alcancemos el Alto de Udana.
EL VALLE DEL HIERRO
Tras pasar junto a una especie de castillo
a nuestra izquierda, llegaremos al cabo de 3 km al Parque-Ferrería
de Mirandaola, situado entre impresionantes "esculturas"
formadas por las propias piezas e instrumentos de la ferrería.
Legazpi conserva una larga tradición vinculada al trabajo
del hierro (ya en 1338 consiguió un Fuero de Ferrerías),
como ha quedado claro con el caso de Mirandaola, que estuvo en funcionamiento
entre los siglos XIV-XIX. Cada primer domingo del mes se pone en
marcha la ferrería con una demostración de la forma
de trabajar el hierro en aquella época. Legazpi queda un
kilómetro más adelante, y en él podemos visitar
el Palacio de Elorregi en el barrio de Telleriarte (palacio del
siglo XVI sobre la antigua casa-torre) y, más en el centro,
la iglesia de Nª Sª de la Asunción, el Ayuntamiento
y la Plaza de Euskal Herria, donde se ubican las escuelas. El propio
palacio de Bikuña (siglo XVI) fue primeramente una construcción
medieval.
Saliendo del polígono industrial de
Legazpi y siguiendo 3,5 km en línea recta (más tarde
entraremos en Zumarraga), nos adentraremos en Urretxu. En este núcleo
poblacional compartido con Zumarraga nació Iparragirre, el
autor de la famosa canción "Gernikako Arbola".
En la calle del mismo nombre encontraremos
las casas señoriales de Ipeñarrieta (Ayuntamiento),
Bikariokoa, Faktorekua, Galdosenea y Barrenetxea. Por último,
en la plaza donde se sitúa la estatua de Iparragirre, podéis
visitar la iglesia gótica de San Martín de Tours (campanario
barroco) y el Palacio de Aranburuenea.
En el mismo centro de Urretxu tomaremos a la derecha y entraremos
de lleno en Zumarraga, ya que, como hemos citado, los dos pueblos
se encuentran prácticamente unidos. El mayor símbolo
de esa unidad lo constituye la plaza de Areizaga-Kalebarren, construida
sobre el río que une ambos municipios.
La casa-torre de Legazpi (junto a la estación
del tren) fue la casa natal del conquistador de las Filipinas que
llevaba ese apellido. En la preciosa plaza de Euskadi se puede contemplar
una espectacular estatua en su memoria. Por otra parte, podemos
citar la iglesia de Nª Sª de la Asunción (siglos
XVI-XVII) y el porticado Ayuntamiento neoclásico. En los
alrededores se puede visitar la ermita románico-gótica
de La Antigua.
|