Viniendo de Gorliz, pronto entraremos en Armintza,
en la que tendremos que girar a la izquierda para llegar a su puerto-playa
(cumple ambas funciones). Merece la pena dar un paseo alrededor
de la pequeña y tranquila cala de este barrio arrantzale
de Lemoiz.
Después de salir del pueblecito, seguiremos
en dirección hacia Bakio. De todas formas, entretanto (a
2 km) bordearemos el "monumento" que ilustra la agresión
más violenta que se ha pretendido hacer a nuestra tierra:
la terrible Central Nuclear de Lemoiz. Sobran las palabras.
Siguiendo la serpenteante carretera rodeada de árboles,
a 7,5 km encontraremos un bonito mirador, desde donde además
se puede llegar a ver el entorno de Gaztelugatxe. 5 km más
abajo, al fin, entraremos en Bakio, agradable localidad donde se
puede saborear el txakoli de Bizkaia y disfrutar de su playa.
Tomando a la derecha en el cruce (también
se puede ir por la izquierda, porque llegamos al extremo de la playa
y desde allí también hay una hermosa vista de Gaztelugatxe),
cruzaremos el pueblo al par de la playa y llegaremos al otro lado.
Os recomendamos que os detengáis aquí un momento,
porque el mirador ofrece una extensa vista de la playa y de los
cercanos acantilados.
De camino hacia el este, a un par de kilómetros
a la derecha, encontraremos una de las ermitas más interesantes
de Bizkaia, la ermita románica de San Pelaio. 500 metros
más adelante veremos de nuevo Gaztelugatxe, que desde el
mirador siguiente ofrece su imagen envuelta en un halo de misterio.
La carretera que nos permite acceder a él
(y que también cumple la función de mirador) discurre
500 metros más allá. Al final, bajando la cuesta,
quedaremos bajo uno de los milagros natural-artificiales más
míticos y conocidos de nuestra geografía y, siguiendo
la escalera vía crucis, nos toparemos de frente con la belleza
y el misterio de esta roca-ermita de San Juan de Gaztelugatxe.
De nuevo en la carretera, pronto vislumbraremos
el pueblo pesquero de Bermeo, que podremos contemplar mejor (junto
con el Cabo Ogoño, que se halla detrás) desde un mirador
natural a 2,5 km.
Con todo, para acabar bien el recorrido, os recomendamos
que os dirijáis a la derecha hacia Mungia-Bilbao y subáis
el Puerto de Sollube, porque desde allí se disfruta de una
impresionante vista de Bermeo y de una gran parte de Urdaibai.

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SAN
JUAN DE GAZTELUGATXE
En la costa de Bizkaia, entre Bakio y Bermeo, veremos uno de los
monumentos más conocidos y al mismo tiempo misteriosos de
nuestro pueblo. Las olas azotan sin piedad esta zona, una y mil
veces, y entonces se nos aparece más salvaje que nunca, especialmente
en las crudas tormentas marinas. Con la única compañía
de la Roca de Aketx unos metros más allá, la ermita
y roca de San Juan de Gaztelugatxe es el lugar mágico que
inspiraría cualquier poema.
La roca fue antiguamente una isla pero, como le sucedió
al "Ratón" de Getaria, la gente le añadió
un curioso puente de piedra para unirlo a la costa. La razón:
que pudiesen pasar sin ningún peligro los cientos de peregrinos
que se acercaban a rezar ante la imagen de San Juan. De hecho, la
talla de San Juan se guarda en la ermita que se halla en el peñón.
El puente sólo tiene dos ojos, pero, después de tocar
la isla, comienza la escalera vía crucis de 231 peldaños,
que llega en zigzag hasta la ermita. La huella humana que veréis
en el último peldaño pertenece según la creencia
popular al propio San Juan, como prueba de que llegó hasta
allí. Esta ermita ha sufrido entretanto mil peripecias desde
el siglo X, pues la han levantado una y otra vez como ermita, fortaleza,
refugio o monasterio templario. Desde arriba, a una altura de 100
metros, se nota la fuerza del mar, y la vista de la costa es impresionante,
pero, probablemente, lo que más asombre sea la panorámica
desde la calzada que hemos seguido para llegar; parece irreal. Por
último, os aconsejamos subir a la ermita una vez en bajamar
y otra con pleamar, ya que las sensaciones y las vistas son muy
diferentes.
SAN PELAIO DE BAKIO
Muy cerca de Gaztelugatxe (ver itinerario) tenemos la ermita románica
de San Pelaio de Bakio, del siglo XII y de las mejores que quedan
en Bizkaia. Destaca por tener una única nave, capiteles toscamente
pintados, un atrio, una artística ventana en el ábside
y la entrada exterior.
BAKIO
Esta localidad famosa por su txakolí es un lugar de gran
tradición para pasar el verano, ya que a su alrededor se
extiende una costa hermosa y salvaje. Como, además, cuenta
con numerosos monumentos distribuidos a su alrededor, es un bonito
punto de partida para pasear. En el mismo núcleo urbano,
destacaremos su larga y ancha playa, apropiada tanto para bucear
como para hacer surf.
BERMEO
LA PRIMERA LOCALIDAD UNIDA AL MAR
Bermeo es la primera villa fundada en toda Bizkaia, ya que consiguió
ese fuero de manos de Lope Díaz de Haro en 1239. Por ello,
en la casa de Juntas de Gernika le correspondía el primer
sillón y primer voto, y era costumbre que cuando sus representantes
hablaban los demás se descubrieran la cabeza. Todo ello denota
la gran importancia que esta villa marinera ha tenido a lo largo
de la historia (fue cabeza de Bizkaia hasta 1602). De todas maneras,
en la Edad Media estuvo a punto de desaparecer a causa de las guerras
banderizas y los sucesivos incendios, situación de la que
logró salir gracias a su importancia y a los privilegios
recibidos anteriormente y, de esta manera, constituir en el siglo
XVI la principal flota pesquera de toda la Península. Esta
actividad marinera le traería una larga época de prosperidad
a causa de la cual se desarrollaría en gran medida su población
y urbanismo.
Como vemos, Bermeo ha vivido siempre de cara al mar, y desde el
mar le han venido el dinero, la fama y el prestigio.
LO QUE
HAY QUE VER
Lo mejor que se puede hacer en una población así
es pasear por el puerto, contemplar las idas y venidas de los diversos
barcos (Bermeo cuenta para ello con un apropiado muelle y con la
Isla de Izaro enfrente) y acercarse a los intercambios de la Cofradía
de Pescadores. Además de esto, Bermeo nos ofrece una muy
interesante parte vieja; para recorrerla, no hay mejor lugar que
el vistoso Casino, situado en el mismo centro de la villa, entre
el puerto y el agradable parque de Lamera. Atravesando ésta
por el lado del muelle, nos dirigiremos al Puerto Viejo, camino
del cual pasaremos junto a la iglesia gótica de Santa Eufemia.
Son de destacar en ella el crucerío bizantino, el relieve
de mármol blanco y la tumba gótico-florida de los
Mendoza.
Junto a ella se encuentran el frontón y la cofradía,
y en la parte posterior el Puerto Viejo. A través de unas
escaleras situadas en medio de este último, tendremos la
oportunidad de subir hasta la torre gótica de Ercilla, directamente
relacionada con la familia del poeta Alonso Ercilla y que hoy se
ha convertido en Museo del Pescador (amplia colección de
barcos y utensilios que han marcado la historia de la villa). Abierto
de martes a sábado de 10 a 13:30 y de 16 a 19:30 horas (cerrado
domingos de mañana y festivos).
Siguiendo la calle Ercilla, pronto nos encontraremos la plaza Sabino
Arana, donde a un lado se halla el Ayuntamiento (con sus dos relojes
de sol) y la iglesia neoclásica de Santa María.
Por la calle Doniene, que transcurre entre los dos edificios citados,
llegaremos al arco o puerta de piedra llamada San Juan Portale,
única entrada que queda de las murallas del siglo XV. Tras
cruzarla, rodearemos la parte vieja y, adentrándonos, de
esta manera, por la calle Arresi, llegaremos a la iglesia de San
Francisco (claustro gótico), situada un par de calles más
allá del Casino donde comenzamos. Se trata de una de las
iglesias más antiguas de Bizkaia, hoy en día convertida
en mercado.
Territorio
A Bilbao
Altitud
Población
Vascoparlantes
Extensión
Densidad
Fiestas |
Bizkaia
36 km.
25 m.
17.036
%78
34 km2
501 hab./km2
San Juan (24 de junio)
Madalenas (22 de julio)
Andra Mari (8 de septiembre) |

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