EL MONTE URBASA Y SUS
MARAVILLAS NATURALES
De camino a Vitoria-Gasteiz, más pronto que
tarde, pasaremos junto a Olazti y, enseguida, tomamos a la izquierda
hacia Lizarra/Estella. Según ascendemos por esta carretera
con muchas curvas, las vistas se volverán cada vez más
espectaculares, y para el 7º kilómetro nos encontraremos
rodeados por el genuino paisaje de Urbasa, un hermoso conjunto de
rocas, prados y árboles.
Siempre en línea recta, podemos parar en
cualquier momento y dar un paseo, ya que, tomada la carretera como
referencia, es difícil perderse, y porque, visto el maravilloso
paisaje que nos rodea, cualquier lugar es bueno para dar una vuelta.
Un poco más tarde atravesaremos una inmensa
campa verde, y en el km 58,5 del recorrido llegaremos al llano Puerto
de Urbasa.
Enseguida veréis un aparcamiento a la izquierda,
a unos pocos minutos a pie del impresionante Circo del Urederra.
Si optáis por aparcar y llegar hasta él, no os arrepentiréis,
ya que la vista es impresionante. A otro kilómetro por la
carretera, llegaréis hasta un bonito mirador con poco sitio
para dejar el coche, y a otro par de kilómetros (km 61,5
del recorrido y 19,5 de esta carretera) a una gran curva a la derecha,
donde también os aconsejamos dejar el coche. Detrás
de la valla protectora veréis que comienza un sendero, el
cual os llevará directamente al incomparable Nacedero del
Urederra. Si lo seguís, estad seguros de que la paradisiaca
cascada final os va a dejar completamente alucinados.
Si con esta última visión no habéis
tenido suficiente (esperemos que no, porque la excursión
que os vamos a proponer es todavía más impresionante),
seguid la carretera en línea recta, atravesad Zudaire (iglesia
de San Andrés de los siglos XIII-XVII), tomad a la izquierda
en Barindano, atravesad el pueblo de Bakedano en dirección
"Nacedero-Aparcamiento" y aparcad en el lugar no demasiado
bien preparado para ello.
Desde este lugar podéis dirigiros hacia las pozas y cascadas
que una tras otra surgen de las cristalinas aguas verde-azuladas
de este maravilloso río de nombre tan sugerente (Urederra
= Agua Hermosa) como cierto.
LA SIERRA DE ENTZIA Y ALREDEDORES
DE AGURAIN
Incrédulos todavía por la maravilla
que hemos tenido ocasión de presenciar, regresaremos hasta
Zudaire y en la siguiente intersección (que hemos ignorado
al venir) giraremos a la izquierda, en dirección Eulate-Contrasta
(llevamos 76,5 kilómetros). Pronto atravesaremos San Martín,
un pequeño núcleo agrario que, junto a los que acabamos
de atravesar, conforman el municipio de Ameskoabarren.
Al poco, pasaremos el pueblo de Eulate, con tierras
de labranza a la izquierda y la Cordillera de Entzia a la derecha.
A pocos kilómetros, por el contrario, encontraremos Aranaratxe
y Larraona, pueblecitos agricultores que, como los anteriores, se
dedican principalmente a la ganadería y explotación
forestal. Inmediatamente después de éste último,
entraremos en Araba.
El primer pueblo que visitaremos en Araba será
Contrasta, después de torcer dos veces a la izquierda y al
cabo de 2 kilómetros de carretera (en el kilómetro
91 del recorrido). Antiguamente, era un importante paso entre Nafarroa
y Araba, y por ello lo rodearon de murallas. Hoy día, las
viviendas aprovechan las paredes de la muralla y su imponente iglesia
de la Asunción de la Virgen María, con forma de fortaleza.
En un rincón del pueblo se halla la Ermita de Elizmendi,
con una interesante lápida romana.
Volviendo a la carretera, tomaremos la dirección
Opakua-Agurain, donde el paisaje muestra de nuevo, de vez en cuando,
la espectacularidad de los kilómetros anteriores. Seguiremos
recto hasta llegar al puerto.
Finalmente, en el km 101 de la ruta y ya en el Alto de Opakua (al
comienzo de su bajada), veremos cómo surge a nuestra derecha
un camino, el mismo que nos conducirá a Legaire, pero cuidado,
porque, aunque ancha y asfaltada, la pista cuenta con innumerables
y hondos baches. A 2 km de Opakua divisaremos el primer aparcamiento
a la izquierda, pero, si seguimos rectos, a 4 km más llegaremos
a un precioso paraje arbolado, y a otro más al comienzo de
la pista que nos llevará a Legaire, a nuestra izquierda (si
seguimos rectos, el camino acaba por cortarse). A lo largo y ancho
de estos prados y hasta el balcón natural de Mirutegi, podéis
hacer numerosos paseos o, sin más, tomar un merecido descanso,
ya que estas extensas campas son apropiadas para cualquier cosa.

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LA
SIERRA DE ENTZIA
Esta cordillera que separa la falla de Zunbeltz conforma una meseta
caliza con alrededor de 1.000 m. de altura. Por un lado están
las cordilleras de Urbasa y Andia, que separan la Montaña
de la Nafarroa central, y por otro Entzia, que divide Araba; todo
ello compone un paraíso de bosques, prados y ríos
de unos 200 km2 de extensión.
Por lo que respecta a los "pobladores" de esta zona salvaje,
que ha conocido la cultura pastoril desde tiempos prehistóricos,
veremos sobre todo ovejas latxas y pottokas viviendo en total libertad
y, además de ellos, rapaces, jabalíes, gatos monteses,
liebres y un largo etc., que también tienen aquí su
morada, una impresionante morada.
EL BALCÓN DE PILATOS
Para contemplar esta increíble maravilla, sólo es
necesario dejar el automóvil en uno de los aparcamientos
que se hallan en medio de la meseta de Urbasa (ver itinerario),
dejar atrás la carretera y caminar durante 5 minutos.
ése es el tiempo que tardaremos en llegar a la cornisa de
este vertiginoso circo con forma de anfiteatro por el que surge
el río Urederra. A partir de ahí, podemos ampliar
el incomparable paseo por el borde hasta donde queramos.
UREDERRA DESDE EL MONTE URBASA
El río Urederra (el propio nombre ya es bastante significativo,
"agua preciosa") constituye, sobre todo en su nacedero
y en sus primeros kilómetros, uno de los lugares más
adorables de Euskal Herria.
Y es que el riachuelo que surge de las murallas del circo anterior,
nada más nacer, comienza a formar una serie de espectaculares
cascadas y pozas cada cual más maravillosa que no tendréis
oportunidad de contemplar en ningún otro sitio, os dejará
con la boca abierta y no olvidaréis fácilmente.
Tomad el sendero que surge detrás de la valla de protección
en la citada (ver itinerario) gran curva según bajamos de
Urbasa, ya que este mismo camino os llevará directamente
al nacedero. Lo único que debéis hacer es continuar
la fácil senda que discurre contra la pared. El camino no
es tan espectacular como el de Bakedano, pero la cascada final que
aparecerá ante vuestros ojos os va a dejar realmente boquiabiertos,
estad seguros. Llevad la cámara de fotos.
UREDERRA DESDE BAKEDANO
éste es un camino algo más duro que el anterior pero,
teniendo en cuenta las maravillas que iréis viendo, no tardaréis
en olvidar el cansancio que pueda surgir. Comenzaremos bajando por
una pista desde el aparcamiento de la parte posterior del pueblo
(ver itinerario), y en zigzag llegaremos hasta la orilla izquierda
del río. A partir de ahí, solamente es necesario remontar
el río, algunas veces por la misma orilla y otras veces alejándonos
y acercándonos a ella, aprovechando en cada caso los senderos
y miradores que nos va ofreciendo el terreno; eso sí, tratad
siempre de ir lo más cerca posible de las aguas. Si hacéis
esto, iréis preguntándoos a vosotros mismos si esas
aguas puras y cristalinas de tonos verde-azulados son reales, si
las pozas que surgen una detrás de otra ante vuestros ojos
son alucinaciones, o si simplemente estáis soñando
con las cascadas y rápidos que tenéis en frente.
Mientras avanzáis alucinados a través de este inmenso
hayedo mixto, llegaréis finalmente a una cascada que destaca
especialmente por su espectacularidad (sí, es posible), ya
que es todavía más alta y más vertical que
las anteriores.
Pasad por encima de ella al otro lado y os acercaréis al
sendero y puente que os conducirá al mismo nacedero del Urederra.
LAS CAMPAS
DE LEGAIRE
Como continuación alavesa de Urbasa, estos prados constituyen
una zona especialmente agradable de este territorio. Desde el aparcamiento
cercano a Opakua (ver itinerario) y atravesando estos hermosos campos
hacia el norte, llegaremos al riachuelo de Legaire, situado en un
tranquilo entorno rodeado de hayedos, dólmenes y bordas.
Desde aquí, si nos dirigimos hacia el extremo occidental
(bonitas vistas), nos toparemos con el puerto de Atau, y desde aquí,
siguiendo su cornisa, llegaremos hasta el alto de Mirutegi que nos
señala una alta cruz, colocada justo sobre el barranco. La
vista de este privilegiado balcón sólo la podemos
calificar de impresionante, sin más. El recorrido es bastante
llano, y se puede realizar en una tarde sin ninguna prisa

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